viernes, 23 de agosto de 2013

MUSICA CLASICA- VARIOS-CHOPIN-MOZART-BEETHOVEN.- DEBUSY-BACH-VARIACIONES GOLDBERG-GLENN GOULD




 
Mozart  para personas con epilepsia
 

En este momento escuchas la Sonata para dos pianos en Re mayor (o K448), compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart en 1781, cuando tenía sólo 25 años. Esta rápida y alegre melodía fue compuesta para que Mozart la interpretara junto a la pianista Josephine von Aurnhammer.

 

La obra K448 no es popular. No es la más conocida entre los amantes de la música clásica ni la más destacable (excepto por ser la única sonata para dos pianos que compuso). Pero esta pieza es popular entre un grupo de profesionales poco conocidos por su oído musical: los neurocientíficos.

 

En 1993 un equipo dirigido por Frances H. Rauscher publicó unos extraños resultados en la revista Nature. Idearon un experimento en el cual mandaban a diferentes voluntarios realizar tests de inteligencia espacial (esa que usamos para saber aparcar un coche sin chocar, o imaginar objetos con otras perspectivas).

 

Media hora antes del examen a un grupo de voluntarios se le ponían los 20 minutos de la sonata K448 de Mozart (que estás escuchando en este momento y fue elegida al azar), mientras que uno de los otros dos grupos realizaba técnicas de relajación, y el último grupo simplemente esperaba en silencio.

 

La sorpresa vino cuando los voluntarios que habían escuchado a Mozart sacaron mejores resultados en el test que los voluntarios de los otros dos grupos. Este estudio fue la primera prueba sobre la posibilidad de mejorar nuestras habilidades mentales con la música, y al fenómeno se le llamo efecto Mozart.

 

¿Existe realmente el efecto Mozart?

 

En los años siguientes varios laboratorios de todo el mundo trataron de repetir el experimento para comprobar si el efecto existía o era pura coincidencia, otros grupos daban por hecho que el efecto Mozart debía existir y que quizá pudiera afectar a otros procesos cerebrales, e hicieron nuevos experimentos para comprobar si la música afecta a la memoria o los mecanismos de atención de los voluntarios.

 

Mientras, el doctor Rauscher formulaba hipótesis sobre por qué se producía este efecto, y escribía libros para el público general que fueron muy aceptados en su momento. Con la salida de varios libros sobre el efecto Mozart, miles de entendidos del mundo de la música clásica aprovechaban para pregonar sus beneficios a los cuatro vientos.

 

Pero la ciencia siempre es inestable, y hacen falta años de experimentos para confirmar los nuevos descubrimientos. Antes de que empieces a pensar en reproducir esta canción mientras aparcas tu coche, debes sabes algo: el efecto Mozart, tal y como esta descrito, no existe. Ningún laboratorio logró repetir el experimento de Rauscher.

 

Eso no quiere decir que Rauscher hiciera trampa, sino que probablemente fue casualidad que viera este efecto, y si hubiera repetido él mismo los experimentos tampoco habría visto nada. La mayoría de experimentos buscando otros efectos de la pieza K448 tampoco dieron ningún resultado. Parece que el efecto Mozart estaba condenado a desaparecer… pero no.

 

Porque, y hay varios estudios que lo confirman, la canción que escuchas en este momento es capaz de evitar los ataques epilépticos.

 

La sonata antiepiléptica

 

El equipo de Rei-Cheng Yang ha dedicado los últimos años a descubrir el alcance que tiene el efecto Mozart en la epilepsia. En 2010 publicaron los resultados de un experimento en el cual sometían a 58 niños con diferentes tipos de epilepsia a sesiones de escucha de Mozart, comprobando que el número de crisis epilépticas y la duración de las mismas disminuían durante y después de la pieza musical.

 

En los últimos años se han realizado estudios clínicos más serios para demostrar este fenómeno, y se ha visto que funciona también en modelos animales con epilepsia.

 

Esto NO significa que sea la cura contra la epilepsia, sino que es capaz de disminuir el número de crisis en ciertos tipos de epilepsia. De hecho, los medicamentos antiepilépticos son mucho más eficaces que esta melodía, pero la pieza K448 tiene tan pocos efectos secundarios y es tan fácil de suministrar que merece la pena probar su efecto.

 

Hay dos misterios que varios grupos de científicos tratan de resolver en la actualidad: ¿Por qué esta melodía y no otra? Se ha probado con otras piezas de Mozart y con otros autores clásicos, pero la K448 es la pieza produce un efecto terapéutico mayor (y eso que fue escogida al azar en un principio).

 

Se cree que esta melodía tiene los patrones musicales concretos para disminuir las crisis, aunque no se sabe exactamente por qué. Otra pieza musical que provoca un efecto similar es una obra moderna del compositor griego Yanni llamada Acroyali/Standing In Motion, y que tiene una partitura similar a K448 en términos generales.

 

Ya se empieza a buscar una explicación sobre el efecto antiepiléptico de esta canción. Algunos autores piensan que K448 es capaz de cambiar de una manera sutil las conexiones de nuestra corteza, inhibiendo la propagación de la señal epiléptica por nuestro cerebro. Esta frase parece muy sofisticada pero no lo es tanto: cada vez que estudias, lees algo, ves las noticias, etc. en tu cerebro se modifican algunas conexiones.

 

Otra explicación que se ha extendido es la relajación que puede producir esta pieza musical. Sí que está demostrado que la música clásica es capaz de relajarnos y disminuir nuestro estado de alerta.

 

En determinadas epilepsias, los ataques son más frecuentes con el estrés, y recordemos que los ensayos clínicos que han confirmado el efecto son hechos en niños. Niños con un juego de ventosas en la cabeza en un hospital extraño. Quizá la K448 les ayude a desconectar y relajarse durante el experimento.

 

El artículo termina pero la música continua, aprovecha la oportunidad y desconecta del mundo mientras escuchas el resto. ¿No crees que podrías aparcar un coche ahora?.

Mozart - Sonata for Two Pianos in D, K. 448 [complete]-24.17 minutos



Publicado el 26 oct. 2011

 

 

The Sonata for Two Pianos in D major, K. 448 is a piano work composed in 1781 by Wolfgang Amadeus Mozart, at 25 years of age. It is written in strict sonata-allegro form, with three movements. The sonata was composed for a performance he would give with fellow pianist Josephine von Aurnhammer. Mozart composed this in the galant style, with interlocking melodies and simultaneous cadences. This is one of his only formal compositions written exclusively for two pianos. This sonata was also used in the scientific study that tested the theory of the Mozart Effect, suggesting that classical music increases brain activity more positively than other kinds of music. The sonata is written in three movements,

1. Allegro con spirito

2. Andante

and 3. Molto Allegro.

The first movement begins in D major, and sets the tonal center with a strong introduction. The two pianos divide the main melody for the exposition, and when the theme is presented both play it simultaneously. Mozart spends little time in the development introducing a new theme unlike most sonata forms, and begins the recapitulation, repeating the first theme.

The entire second movement is played Andante, in a very relaxed pace. The melody is played with both pianos, but there is no strong climax in this movement. It is written in a strict ABA form. Molto Allegro begins with a galloping theme. The cadences used in this movement are similar to those in Mozart's Rondo alla Turca.

According to the British Epilepsy Organization, research has suggested that Mozart's K 448 can have the "Mozart effect", in that listening to the piano sonata improved spatial reasoning skills and reduce the number of seizures in people with epilepsy.

Apart from another Mozart Concerto, K 488, only one other piece of music has been found to have a similar effect, a song by the Greek composer Yanni, entitled "Acroyali/Standing In Motion", which is featured on his album Yanni Live at the Acropolis. It was determined to have the "Mozart effect", by the Journal of the Royal Society of Medicine because it was similar to Mozart's K 448 in tempo, structure, melodic and harmonic consonance and predictability.

-----------------------------------------------------------------------------

FREE .mp3 and .wav files of all Mozart's music at: http://www.mozart-archiv.de/

FREE sheet music scores of any Mozart piece at: http://dme.mozarteum.at/DME/nma/start...

ALSO check out these cool sites: http://musopen.org/


------------------------------------------------------------------------------------------------------
 ANDRE RIEU - ELVIRA MADIGAN THEME (MOZART PIANO CONCERTO 21 ANDANTE)  
5.58 minutos
 

 

Mozart -Piano concerto no 21 - Elvira Madigan- 5.52 MIN

--------------------------------------------------------------------------------------------


Claro de Luna – Beethoven- 6-11 MIN

-----------------------------------------------------------------------------------


CLARO DE LUNA DEBUSY- 4.56 MIN

---------------------------------------------------------------------------




Tristesse – Chopin- 2.42 MIN





http://www.youtube.com/watch?v=MPvS0g2papI


nocturno chopin- Nocturno – Chopin- 5.95 MIN
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------





--------------------------------------------------------------------------------------

https://www.youtube.com/watch?v=AXisaAn2ALE


https://youtu.be/AXisaAn2ALE

Pianist: Daniel Barenboim
 
Beethoven: Sonata No.8, Op.13 'Pathetique' - Adagio cantábile-5.54 min
Hermosa versión., virtuoso del piano
--------------------------------------------------------------------------------------
Horowitz Live in Vienna (1987).avi- piano-  90 minutos
Hoorwitz virtuoso el piano a los 80 años
Inicia  Mozart- Rondo in D major K.485
---------------------------------------------
J. S. Bach Variaciones Goldberg (BWV 988) Glenn Gould (1981)-47.19 min
------------------------------------------------------------------------------------------------



Glenn Gould plays Bach-3 min
Entrega absoluta   estado de trance al tocar  el piano de su casa
Extracts from "The art of Piano" documentary show Glenn Gould playing J.S.Bach's Partita #2
Glenn Gould, uno de los grandes pianistas de la historia, era un hombre peculiar que vivía de manera verdaderamente única la música. Se dice que de niño no lloraba; en vez de eso, tarareaba. No solía practicar; simplemente preparaba sus conciertos mentalmente, tocando con dedos imaginarios.
En este video recuperado por Robert Krulwich para su extraordinario blog en el sitio de NPR, podemos entrometernos al mundo de Gould. Como dice Krulwich esta intrusión, observar a Gould ante su piano en su casa, es algo como ver “a Michael Jordan jugando baloncesto o a Etta James cantando blues; hay una concentración, un zoom que es tan profundo que se siente especial, como una forma de éxtasis”. En ocasiones el Funkelin se enciende, el cuerpo se deja poseer por la musa en movimiento; esto le ocurre a Gould tocando una fuga de Bach. En el minuto 1:57 podemos ver cómo Gould deja de tocar y va a la ventana, mientras sigue la música con su voz baritona –y regresa en un estado de trance
Este estado es lo que Mihaly Csikszentmihalyi llamó el “estado de fluidez” (a veces conocido como “flow”). Krulwich relata el caso descrito por Csikszentmihalyi, de un cirujano que no se dio cuenta de que estaba colapsando el techo mientras operaba debido al alto nivel de concentración en el que trabajaba.  El neurocientífico Daniel Levitin describe el “flow” como la fusión de “la acción y la atención”, un completo involucramiento en lo que se hace, hasta el punto de que “lo que piensas se convierte en lo que haces”,  y “el tiempo desaparece” e incluso la identidad se diluye en el “maravilloso éxtasis de una actividad”. De nuevo Krulwich:
Es un misterio cómo llegamos ahí. Entra la dopamina y la noradrenalina: se suprime el hambre y el deseo sexual… estás libre para jugar de forma profunda con asociaciones en el flujo de la conciencia; estas liberado químicamente y puedes expandirte ampliamente. Sí, realmente no sabes quién eres o qué esta pasando; pero el solo hecho de que está pasando es una de las experiencias más maravillosas. Cuando veo a Glenn Gould caminando de regreso a su piano, llevado ahí por una fuga del siglo XVIII, veo un hombre transportado, un hombre que se ha hallado, un hombre en un estado de gracia. Si existe el cielo, Glenn Gould está muy cerca en ese momento.
Quizás Gould prueba el éxtasis divino reservado para el artista, algo equivalente a lo que le sucede al hombre religioso cuando entra en un estado de kundalini. Una forma de posesión divina en la que el cuerpo es un diáfano vehículo para el espíritu: una descarga numinosa que recorre todo el cuerpo (lo utiliza para comunicar lo inefable).






  

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario