martes, 30 de julio de 2013

BAILAR AYUDA AL CEREBRO- MUSICA -Presos filipinas terapia beile-DEMENCIA SENIL PREVENIR


BAILAR AYUDA AL CEREBRO

El baile modifica nuestros patrones mentales, de gran ayuda en enfermedades neurológicas. El baile improvisado ayuda a dar diferentes soluciones a los problemas. Un baile con movimientos muy precisos y estructurados ayuda a resolver problemas de solución única…  también ayuda a mitigar daños neuronales en  la enfermedad de Parkinson, y también ayuda en el tratamiento de la agresividad en las cárceles, a mitigar el  dolor, el estrés, para  mitigar o canalizar emociones perturbadoras , para personas hiperactivas, para mente dispersas con dificultad a concentrarse, es otra forma de meditación en movimiento como  sucede con los derviches, etc.

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Del periódico The Guardian- por Pijama Surf 2011

Según Peter Lovatt, de la Universidad de Hertfordshire, en  Inglaterra, bailar ayuda al cerebro a generar nuevas rutas de pensamiento, arabescas improvisaciones en ritmos neuronales
Peter Lovatt es un académico adscrito a la Universidad de Hertfordshire, Inglaterra, especialista en asuntos psicológicos. Y si bien sus logros científicos no son menores, debe su atractivo y singularidad a su actitud desenfadada y juguetona que queda explicada por su pasado como bailarín profesional, un ítem ciertamente raro en el currículum de cualquier académico.
Luego de ejercer durante un tiempo su artística profesión con presentaciones en algunos de los teatros ingleses más importantes, y acaso animado por una inquietud momentáneamente puesta en suspenso, Lovatt decidió cambiar la danza por la universidad y abrazó la vida académica, con tanta seriedad y firmeza que consiguió su doctorado en Psicología por la Universidad de Essex.
El ahora Dr. Lovatt siguió sobre esta línea hasta que hace tres años, en 2008, consiguió fundir sus dos pasiones en el Laboratorio de Psicología Dancística (Dance Psychology Lab) que puso en marcha a expensas de la Universidad de Hertfordshire, mismo que dirige desde entonces en sus investigaciones sobre la relación entre la danza y la psicología, ese añeja disputa occidental entre el cuerpo y la mente. Claro que el acercamiento de Lovatt sobre estos vínculos son mucho más lúdicos y frescos, intentando nunca perder el rigor científico pero tampoco la espontaneidad de la actividad artística.
Recientemente Peter Lovatt ofreció una entrevista al periódico The Guardian en la que expuso algunos de los descubrimientos en torno al baile y sus efectos sobre los procesos cerebrales. Según Lovatt, ciertos tipos de baile inciden directamente en la forma en que podemos resolver problemas análogos a dichos modos de animar el cuerpo: la improvisación al bailar, por ejemplo, ayuda a enfrentar mejor problemas que poseen soluciones distintas; por el contrario, un baile que depende de movimientos muy precisos y sumamente estructurados hace que el pensamiento se ejercite en problemas de solución única.
Asimismo, a partir de lo que sabe sobre el mal de Parkinson y los beneficios del baile, se augura que quizá bailando podrían mitigarse los daños neuronales dejados por tan dañina enfermedad. En tanto que el Parkinson provoca una interrupción de los procesos de pensamiento divergente (nuestra capacidad de generar ideas nuevas y creativas), Lovatt asegura que la danza improvisada mejora notablemente dicha capacidad en enfermos de Parkinson; la siguiente etapa en esta investigación será analizar el efecto directo en la química y la fisiología del cerebro, pues se cree que gracias al baile se desarrollan nuevos caminos neuronales que sortean los obstáculos que deja la dopamina agotada —uno de los sellos indiscutibles del Parkinson (recordemos que la dopamina es el neurotransmisor encargado del movimiento, la motivación y la cognición).
Lovatt también estudia los efectos del baile en la autoestima de quienes lo practican asiduamente. Aunque espera tener resultados más concretos, de entrada piensa que cualquier actividad en la que se tolera en alto grado la posibilidad de fallar fortalece nuestro amor propio.
Finalmente, en cuanto a las bases científicas para la capacidad dancística de cada quien… bueno, para eso parece que no hay pruebas científicas contundentes. Por el momento todo parece indicar que bailar es solamente un asunto de confianza personal.
COMENTARIOS-
1.      Enrique Zamora dice:
En algunas cárceles, en particular una de las pioneras en el tratamiento de la agresividad, en Cebu Filipinas. hacen bailar a sus prisioneros para mitigar la agresividad entre los reos, teniendo una alta efectividad en los indices de agresividad y de hermandad entre ellos, trabajando en equipo para generar un producto admirado por miles y que permite la posibilidad de evitar el estrés del encarcelamiento y ayuda a la actividad física, fuera de la tácita acción de la liberación de la dopamina en el ejercicio. Bien por este tipo de estudios. Saludos
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Penitenciaria de máxima seguridad en Cebu, Filipinas-
 Los presos bailan con  una canción de Michel Jackson. Muy bien. 4.27 minutos
Prison's flash mob.Michel Jackson's song- DANGEROUS (its realy nice)- 4.27 min

This Philippino prison gets the inmates to dance to all sorts of stuff. In my opinion, it is so good because it takes a lot of discipline to learn these routines, which helps prisoners. Plus it keeps them occupied and it shows that they can still achieve after their prison sentences. I'm sure a lot of these guys learn immensely from these routines - and they're great fun.
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O body swayed to music, O brightening glance,
How can we know the dancer from the dance?
W. B. Yeats, Among School Childrenhttp://www.fundacionalzheimur.org/articulodelmes/2007/178

Oír y escuchar música, como terapia del recuerdo

La música está en todas las partes, todo suena a nuestro alrededor, pero sería conveniente aprender a valorar en su justa medida su enorme importancia como terapia del recuerdo a través de su utilización controlada. Por ejemplo, con personas mayores con algunos problemas de atención, pérdida de memoria, etc. El valor de la música como terapia o herramienta directa para el recuerdo, y sus prolegómenos más básicos, serán el motivo principal de nuestra aportación en estas próximas líneas. Así que sin más preámbulo nos adentramos en el tema.

OÍR Y ESCUCHAR: PARA ENTENDER Y COMPRENDER

Uno de los mayores tesoros con los que cuenta el hombre es su posibilidad de oír. Conjuntamente con la vista y el tacto, la persona toma contacto con su realidad más inmediata, y a partir de ahí comienza a disfrutar y aprender de las enormes fuentes de información sonoras que le rodean. A través del oído y la palabra, puede comunicarse con el otro, con su entorno más cercano, y también aproximarse a otros espacios sonoros muy diferentes a los suyos, siempre a través de sonidos y músicas de culturas muy diversas.

Hoy las fronteras han desaparecido y la enorme riqueza sonora que nos invade, en algunas ocasiones llegando hasta la saturación, puede invadir nuestro propio espacio personal, social, cultural, etc. Por esta razón entre otras, quizá deberíamos hacer una pequeña parada en este punto importante, analizando hechos tan naturales y cotidianos como si oír es igual que escuchar, y si ambos términos nos ayudan de forma similar a entender y comprender lo que escuchamos. Como veremos a continuación, no todas las personas escuchamos de la misma manera, ni nuestra actitud ante la escucha es igual en todos los casos, ni en todas las horas del día, ni a todas las edades. Por lo tanto, para lograr una mejor comprensión de lo que queremos decir, a continuación presentamos algunas de las diferencias y cualidades que deben existir siempre que queramos realizar una escucha atenta y consciente. Así conocemos que:

  • Oír es percibir con el oído. Por oposición a escuchar, que corresponde a una actitud más activa. Lo que oigo es lo que me es dado en la percepción.
  • Escuchar de forma atenta y consciente implica prestar oído, interesarse por lo que se dice y/o suena. Por lo tanto es un acto de compromiso activo hacia algo que se describe a través de un sonido.
  • Entender lo que oigo, conservando el sentido etimológico, quiere decir "tener intención". Así pues, lo que entiendo, lo que se me manifiesta está en función de la intención.
  • Comprender, significa tomar consigo mismo. Tiene una doble relación con el escuchar y entender, "Yo comprendo lo que escucho gracias a que he decidido atender".

Estamos convencidos, que son pocas las personas que desarrollan este proceso de manera natural y lógica. Más bien es la costumbre o la propia inercia la que les acerca al acto natural de escuchar, aunque no siempre estén comprendiendo adecuadamente el discurso sonoro. Si esto es así en personas consideradas como sanas, sin problemas aparentes, esta situación llega a "dispararse" en aquellas personas a las que queremos ayudar porque padecen una serie de desajustes neuronales importantes.

No obstante, no podemos ni queremos olvidar aquí, que la música ha demostrado en infinidad de investigaciones y trabajos clínicos su enorme poder de transformación en personas con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, etc., ya que les puede ayudar a superar los muchos cambios de humor e incluso de personalidad, de ansiedad y agitación, etc., que en ocasiones acompañan a estas terribles enfermedades.

TIPOS DE AUDICIÓN: LA ESCUCHA ATENTA Y CONSCIENTE

Conocer el proceso presentado anteriormente, nos ayudará a desarrollar mejor la escucha atenta, consciente y comprometida de la que venimos hablando. Así pues, nos gustaría presentar algunos de los modelos de audición existentes más comunes. Por ejemplo:

  • La AUDICIÓN INCONSCIENTE, es aquella en la que ni tan siquiera somos capaces de percibir su existencia. En este caso, prácticamente nadie se da cuenta de que la música está ahí, de que algo suena a su alrededor. Dicen algunos expertos, que este tipo de audición cumple una finalidad muy concreta, y que no suele ser captada por el oyente de forma consciente. Esto solo es una verdad a medias. Para ser más exactos habría que decir que, no es captada por un amplio sector de la población, pero se hace presencia muy molesta para aquellos otros que sí saben estar en alerta sonora y reconocer lo que sucede a su alrededor. Habitualmente, como veremos más adelante, las personas que tienen esta habilidad buscan de una manera más personal el determinado momento para escuchar música. Un ejemplo muy claro de escucha inconsciente, lo podemos encontrar en el caso de la llamada música ambiental que aparece en los centros comerciales, grandes extensiones y almacenes, comercios especializados, en algunas consultas médicas, en restaurantes y medios de locomoción como trenes, metros, etc.
  • La AUDICIÓN ASOCIADA, es aquella que escuchamos unas veces más comprometidamente que otras, y que se nos presenta acompañada de otro tipo de estímulo de enorme fuerza. Por ejemplo la música en el cine, el teatro, la tv, etc. Aunque podamos parecer muy recurrentes en nuestras afirmaciones, tampoco es totalmente cierto que este tipo de situaciones se pueda generalizar. De nuevo es un determinado tipo de persona la que no es capaz de asumir de forma consciente y comprometida lo que está acompañando sonoramente a unas bellas y determinadas imágenes en la pantalla. De hecho, hemos comprobado, que a la salida de un cine solo un grupo minoritario de espectadores puede hablar con cierta propiedad de la parte sonora de la película. Algunos no se han dado ni cuenta de su existencia. A pesar de esto, cada vez es más frecuente premiar y hablar del éxito de una determinada banda sonora en una película, la valoración de unos determinados intérpretes y músicos acompañantes en una obra de teatro, espectáculo visual, etc.
  • La AUDICIÓN SENSITIVA O CONSCIENTE es aquella en la que el oyente es capaz de sentir una satisfacción plena, y disfrutar de todas las sensaciones y emociones que la música le va proporcionando. Para que este tipo de audición exista, debe de haber cierto nivel de compromiso por parte del oyente, no un compromiso analítico, pero si tiene que ser consciente del deseo de oír, de escuchar y aprecia lo que suena, dejándose llevar por la riqueza del mensaje sonoro que le envuelve. En este apartado incluiríamos a nuestros queridos enfermos de Alzheimer y demencias neurodegenerativas similares. No son capaces de saber donde están, ni reconocer quienes son, pero pueden emocionarse ante la escucha de un determinado fragmento musical que por el arte mágico del sonido les retrotrae a momentos felices de su vida pasada, de esa vida que no son capaces de reconocer de otra manera.
  • Finalmente la AUDICIÓN MUSICAL en su más estricto concepto, es aquella que nos acerca totalmente al análisis musical de cada uno de los diferentes momentos por los que la música va transcurriendo. Desde la acción analítica y consciente de una audición musical se puede reconocer el ritmo y hacer una valoración dentro de un determinado compás, además se pueden reconocer los cambios tonales y las modulaciones por los que una obra o fragmento musical puede ir pasando. También se valora la interpretación de los ejecutantes en todos los campos, el director de la orquesta, la propia orquesta, los solistas (si los hubiere), las cualidades expresivas y emocionales del efecto causado por esta obra determinada, etc. Este tipo de audición, generalmente la desarrollan las personas que tienen una formación musical amplia, como por ejemplo, los músicos en general, expertos dedicados a la crítica en revistas especializadas, y un amplio número de aficionados con suficientes conocimientos musicales. 

OYENTES PASIVOS Y ACTIVOS

Después de presentar los diferentes tipos de audición existentes, queremos ofrecer dos de las figuras sociales más habituales en el mundo de lo sonoro, y que pueden ser producto generado por todo lo anterior. Estos dos perfiles, de los que seguramente podría derivar alguno más, pueden servirnos de modelo y orientación en nuestro comportamiento futuro a la hora de realizar una escucha atenta y consciente. Las dos figuras nos ofrecen un decálogo de actitudes que los diferencia entre sí de manera sustancial, y los convierte de forma clara en lo que conocemos como: OYENTES PASIVOS y OYENTES ACTIVOS. Pero ¿qué son y cómo son cada uno de ellos?

EL OYENTE PASIVO

Es muy posible que en muchos momentos de nuestra vida cotidiana, todos o algunos hayamos pasado alguna vez por situaciones parecidas a las que describiremos en las próximas líneas con el fin de definir el perfil del llamado OYENTE PASIVO. Precisamente el objetivo de esta descripción va encaminada a que seamos capaces de reconocer este tipo de actitud y, como consecuencia, podamos cambiar a tiempo y adecuadamente nuestros gustos y comportamientos auditivos más habituales.
Así pues, el perfil del OYENTE PASIVO lo representa aquella persona que habitualmente responde a los patrones siguientes:

  • Suele hacer una apreciación muy superficial de lo que supuestamente dice que escucha.
  • No suele ser muy capaz de defender sus gustos musicales, más bien se deja orientar por las revistas y listas del hip parade del momento.
  • Generalmente nunca ha asistido a un espectáculo musical en vivo, y si lo ha hecho, es incapaz de recordar momentos sonoros especiales.
  • No muestra mucho interés por hacer un análisis y valoración personal de lo que dice estar escuchando.
  • Su formación musical suele ser poca o inexistente.
  • Es de los que opina y practica el difícil arte de escuchar música mientras estudia.
  • Dentro de la actividad anterior, procura escuchar ritmos generalmente muy machacones, que le permiten afirmar "que la música le acompaña".
  • Tiene dificultades importantes, o sencillamente no puede percibir con cierta sensibilidad y precisión los momentos de emoción y expresión de una pieza musical.
  • Es rutinario y poco exquisito en el momento de comprar o realizar la selección de un repertorio musical personal.
  • Puede entrar en un restaurante o lugar de ocio y ser incapaz de percibir o hacerse consciente de la existencia de una música ambiental o determinado fragmento musical, ya que la presencia sonora de ésta, le pasa totalmente desapercibida, etc.


 

No podemos olvidar, que lo último que pierde el enfermo de Alzheimer es su vida afectiva.

OYENTE ACTIVO

El caso del OYENTE ACTIVO responde plenamente a lo que sería objetivo prioritario de cualquier administración educativa y cultural, inteligente y preocupada por la educación y el conocimiento de sus ciudadanos, lo que ya de partida nos dificulta enormemente su total existencia, pero esta realidad, no debe hacernos perder la ilusión y el deseo de que en el futuro, las administraciones públicas comprometidas en estos asuntos sean capaces de ofrecernos la oportunidad de contar con este tipo de ciudadano y, como consecuencia, con la posibilidad de lograr una sociedad más culta y feliz. Por lo tanto, queremos aprovechar estas líneas y presentar en ellas el decálogo de lo que entendemos como es perfil del oyente activo.
Como contraste con el ejemplo anterior, el decálogo del perfil de nuestro OYENTE ACTIVO cumpliría satisfactoriamente nuestros más profundos deseos culturales, sociales, educativos, etc., ya que respondería mucho más a la persona ideal que deseamos. Seguramente existe un modelo de ciudadano muy cercano al que aquí se presenta, y esto nos proporciona una enorme satisfacción. En cualquier caso, siempre tendremos que diferenciar entre el AFICIONADO y/o el ENTENDIDO, asunto que queda reflejado en nuestro perfil, y responde a alguien que:

  • Procede de un modelo familiar que ha sabido respetar la independencia y capacidad de elección de sus hijos en decisiones importantes de su vida, también en las referidas a sus actividades culturales, sociales, deportivas, etc., sin perder por ello sus derechos a educar como padres.
  • Es una persona que busca momentos especiales para "escuchar/oír" de forma consciente y comprometida, bien en su casa o en un determinado tipo de local, sala de conciertos, etc., según cada caso.
  • Seguramente toca algún instrumento musical, bien por afición y/o por formación académica, aunque ésta no sea excesiva.
  • Disfruta de pequeños o grandes espectáculos artísticos y musicales.
  • Entre sus aficiones más habituales se encuentra la asistencia a diferentes tipos de actividades artísticas, entre las que se encuentra la plástica, la literatura y el teatro, la música de diferentes géneros y culturas, etc.
  • En más de una ocasión ha asistido a un espectáculo musical en vivo, y sus conocimientos musicales le han permitido hacer una valoración sobre la calidad interpretativa y sonora del espectáculo.
  • Si piensa asistir a un concierto, seguramente, y si conoce con antelación el programa previsto para ese día, escuchará anticipadamente en su casa parte o la totalidad de las obras previstas en el concierto.
  • Quizá no disponga de la formación musical suficiente como para realizar una valoración y análisis técnico de lo que escucha, pero tendrá la sensibilidad suficiente como para "percibir" que algo no ha sonado del todo bien, o por el contrario, todo le ha hecho disfrutar extraordinariamente.
  • Está convencido de que la educación musical desde edades muy tempranas favorece el desarrollo integral del hombre.
  • Tiene una permanente necesidad de aprender y actualizarse en aquello que practica con el fin de disfrutar al máximo de la actividad, dando lo mejor de sí mismo, etc.

En cualquier caso, el modelo o perfil del oyente que necesita y desea cualquier país que se precie de ser culto y sensible, no se consigue "de la noche a la mañana". Adentrarnos profundamente en la búsqueda de soluciones a este problema evidente, nos distanciaría sustancialmente del tema que aquí nos ocupa, así que habrá que dejarlo para otro momento y espacio dedicado especialmente a la solución de estos problemas, no obstante queremos señalar que, en ambos modelos podríamos encontrar personas que hoy sufren y padecen las terribles enfermedades del olvido. Este tipo de conocimientos o la falta de ellos, también afecta y se nota en nuestro trabajo con música y pacientes con enfermedades como las ya mencionadas anteriormente, pero todas estas pequeñas trabas pueden superarse gracias a la enorme fuerza y poder ejercido por la música en un trabajo de este tipo. 

LA MÚSICA COMO TERAPIA DEL RECUERDO: SU UTILIZACIÓN CON PERSONAS ENFERMAS DE ALZHEIMER Y OTRAS DEMENCIAS.

La universalidad del sonido convertido en ese hecho creativo más sofisticado que todos conocemos como música, se convierte en un lenguaje de expresión y comunicación indiscutible, permitiéndonos manifestar y compartir con otros sentimientos y emociones profundas de nuestra personalidad. En el caso de las enfermedades como el Alzheimer y otras similares, muy dañadas. A veces una canción, una pequeña melodía o un simple ritmo musical, les traslada al pasado o les trae al presenta mediante un grato recuerdo. Esta emoción tan sencilla y reconocible por todos, puede ayudar a los enfermos de Alzheimer y a otros de manera muy especial. La música como terapia del recuerdo, como instrumento para guiar y ejercitar la mente, es una de nuestras mejores herramientas de trabajo.

A pesar de que la enfermedad de Alzheimer es irreversible, la música y muchas de las diversas técnicas utilizadas en el tratamiento con este tipo de enfermedades, les ayuda a reaccionar de manera muy directa ya que tiene un enorme potencial terapéutico. No podemos olvidar, que lo último que pierde el enfermo de Alzheimer es su vida afectiva. Así, el sonido dulce de una flauta de pico, el tono de voz del terapeuta, la manera delicada de cogerles la manos o ayudarles a moverse mientras la música suena, tiene una importancia muy destacada entre este tipo de enfermos, aunque éstos tengan muy mermadas todas sus facultades.


Fue el Dr. Andrus (1955), quien al referirse a la música como terapia fundamental de apoyo en el trabajo con personas mayores señalaba que: "La música era ideal para el tratamiento de los pacientes geriátricos y con problemas de demencia, a causa de la gratificación y la sociabilidad que puede derivarse de la experiencia creativa. El estímulo verbal del ritmo simple es muy efectivo con pacientes en quienes ha disminuido la relación con la realidad". Este importante comentario apoya de manera firme una de las ideas sobre las que fundamentamos buena parte de nuestra terapia con música, y es la referida "al trabajo específico del ritmo con estos enfermos, ya que desencadena en el paciente de Alzheimer procesos psicomotrices, que de alguna forma van a influir especialmente en los sentimientos, emociones y afectos de muchos de ellos, sino de todos" (Lago 2007)

La última fase de la enfermedad de Alzheimer nos presenta a un enfermo con gran pasividad física y psíquica, ya que no es capaz de gesticular y trasmitir mensajes verbales, no comprende muchas de las cosas que están pasando a su alrededor, pero como ya hemos comentado anteriormente, y se ha demostrado en diferentes investigaciones y casos clínicos, es capaz de "sentir y vibrar" ante la gran capacidad expresiva y comunicativa de la música, que como sabemos, es una de las mejores terapias del recuerdo, proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida. Aprovechemos este potencial indiscutible hasta el último de los latidos del enfermo, él nos lo sabrá agradecer de formas muy distintas, estamos fervientemente convencidos de ello.

BIBLIOGRAFÍA

  • ANDRUS (1955) La Musicoterapia en personas mayores. En Gaston, Th. y col. "Tratado de Musicoterapia" (1968) Buenos Aires. Paidos.
  • COPLAN, A. (1994): Cómo escuchar la música. México. Fondo de Cultura Económica.
  • HÜNZEL-HANSE, M. (1981): Educación musical precoz y estimulación auditiva. Barcelona. Médica y Técnica S.A.
  • LAGO CASTRO, P y otros (1999): Música y salud: introducción a la musicoterapia. Madrid. UNED.
  • LAGO CASTRO, P. (1999): ¡Más silencio por favor!. Cap. 6. pp 164-189. En Segura, C. y Marquina, A. Hacia la no violencia: una cuestión de educación. Madrid. Sanz y Torres.
  • LAGO CASTRO, P (2002): Ruido, música y violencia sonora. En las Primeras Jornadas de Educación y No Violencia. Madrid. Instituto Gutiérrez Mellado UNED.
  • LAGO CASTRO, P. (2002): De los pies a la cabeza pasando por el corazón: Música y Alzheimer. Madrid, CEMAV-UNED.
  • LAGO CASTRO, P (2004): Ópera Abierta: El arte de escuchar Música. Madrid. Sanz y Torres

Pilar Lago es Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, profesora titular de Didáctica de la Música y experta en Musicoterapia en el Departamento de Didáctica, Organización Escolar y DDEE de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid.
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Los Mejores Consejos Para Prevenir el Alzheimer 
El Alzheimer es una enfermedad que sin duda causa temor. La idea de perder la razón y enajenarnos por completo con el paso del tiempo es aterradora, y más aún si tenemos en cuenta que hasta hace muy poco prácticamente no había nada que pudiéramos hacer para prevenir o retrasar la evolución de esta enfermedad, que es la forma más común de demencia. 

Sin embargo, diversas investigaciones descubrieron muchísimos factores que pueden aumentar o disminuir el riesgo de padecer Alzheimer. En Todo-Mail recopilamos los mejores consejos para ayudarte a reducir los  riesgos  de desarrollar esta enfermedad:

1- Revisa tus tobillos

La mala circulación en los pies es señal de problemas en el cerebro, que pueden ser detectados con una simple prueba cognitiva. Además, esta condición hace que seas más propenso a sufrir un ACV o desarrollar demencia. La teoría asegura que la condición de los vasos sanguíneos es la misma en todo el cuerpo. El grado de arterias obstruidas y el flujo de sangre hacia los pies pueden indicar ateroesclerosis en los vasos sanguíneos cerebrales. Pídele a tu doctor que te haga una prueba de índice tobillo-brazo que consta de un dispositivo de ultrasonido y un medidor de presión que permitirán comparar la presión sanguínea del tobillo con la del brazo. Para remediar cualquier deficiencia, seguramente el doctor te aconsejará hacer actividad física y cambiar tu dieta o medicación.

2- Consume más alimentos con propiedades antioxidantes


Muchos alimentos llenan tu cerebro de antioxidantes que ayudan a retrasar el degeneración de la memoria y prevenir el Alzheimer. En general, todas las frutas y vegetales son buenos, pero los mejores para este caso son las frambuesas negras, el sauco, las pasas y los arándanos.

3- Ten en cuenta las grasas malas

El tipo de grasa que comes altera el funcionamiento de tu cerebro ya sea para bien o para mal. Evita las grasas saturadas, ya que causan graves daños en las células cerebrales y deterioran su funcionamiento. Reemplaza este tipo de productos por alimentos con bajo contenido de grasa.

4- Cultiva un cerebro más grande

Entre los 30 y 40 años, el cerebro comienza a encogerse, por lo que el proceso de aprendizaje se vuelve más difícil. Sin embargo, hoy en día, los científicos creen que se puede aumentar el tamaño del cerebro mediante el aprendizaje. Trata de estudiar o aprender cosas nuevas para darle al cerebro el estímulo que necesita.

5- Date el gusto con un chocolate

El cacao, principal componente del chocolate, contiene una cantidad enorme de antioxidantes llamados flavonoles, que a su vez poseen excelentes propiedades para la protección del corazón y del cerebro. Por ejemplo, beber chocolatada aumenta el flujo sanguíneo al cerebro. El cacao en polvo contiene el doble de flavonoles que el chocolate amargo, que dobla la cantidad de flavonoles del chocolate con leche. Por otro lado, el porcentaje de este compuesto en el chocolate blanco es nulo.

6- La presencia de estrógeno  

El 68% de los pacientes que sufren Alzheimer son mujeres. Probablemente, cuando llegan a los 50 años comienzan a perder la protección del estrógeno, que es la hormona que estimula la memoria. A menos que tu doctor indique lo contrario, deberías comenzar a tomar píldoras de estrógeno justo en el período de la menopausia.

7- Aumenta el colesterol bueno

Es sabido que tener niveles altos de colesterol bueno en sangre te protege de enfermedades cardíacas. Los investigadores afirman que el colesterol bueno ayuda a destruir las sustancias que destruyen las células del cerebro y actúa como agente antioxidante, reduciendo el daño cerebral. 

8- Googlea algo

Hacer una búsqueda en Internet es una actividad simple que estimula el cerebro más que leyendo un libro. Una resonancia magnética demostró que las personas que utilizan internet a diario tienen el doble de actividad cerebral que aquellas que no lo hacen (recordemos que los extremos nunca son buenos). Así que la próxima vez que necesites buscar algo, ya sabes como hacerlo…  

9- La apolipoproteina E4 (APOE)

Una de cada 4 personas leyendo este artículo posee esta bomba de tiempo genética que hace
que seas entre 3 y 10 veces más propenso a desarrollar Alzheimer. Este gen es denominado apolipoproteina E4. Si heredaste una sola variante del APOE4 de uno de tus padres, las chances de contraer esta enfermedad se triplican, en cambio, si heredaste este gen de tu padre y de tu madre, el riego aumenta 10 veces.  Pídele a tu médico que te realice un examen de ADN para revelar tu genotipo de APOE4. 

10- Dile SI al café 

El café está comenzando a ser conocido por sus beneficios para el cerebro. Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a bloquear los efectos negativos del colesterol en el cerebro y a reducir el riesgo de padecer un ACV, depresión, diabetes y todas las formas de demencia. También es rico en antioxidantes y cafeína, que ayudan a detener la muerte de las neuronas. En muchas personas, un consumo diario de 2 a 4 tazas de café no llega a ser perjudicial y, por el contrario, puede llegar a ser beneficioso. 

11- Los peligros del bajo peso

La pérdida de peso inexplicable luego de los 60 años puede ser una señal de Alzheimer. Una investigación demostró que padecen esta enfermedad comenzaron a perder peso hasta 10 año antes de que se les diagnosticara demencia. Entre las mujeres con peso promedio, aquellas que desarrollaron demencia, lentamente comenzaron a perder peso y, al momento de ser diagnosticadas, pesaban alrededor de 6 kilos menos que aquellas mujeres que no padecen Alzheimer. Consulta con tu doctor si has perdido peso repentinamente luego de los 60 años. 
 12- Bebe vino
Beber un vaso de vino a diario puede ayudar a retrasar la demencia. El alto contenido de antioxidantes en esta bebida ayuda a mantener tu mente en buen estado ya que dichas propiedades relajan las arterias y dilatan los vasos sanguíneos, permitiendo una buena circulación que, a su vez, estimula el funcionamiento cognitivo. 
13- Conoce las señales tempranas

La pérdida de la memoria no es la primera señal. Probablemente comiences a notar un desmejoramiento en la percepción, por ejemplo: cuando intentas agarrar un vaso de agua no lo logras o, si al cruzar la calle no calculas bien la distancias. La pérdida del olfato es otra señal temprana, así como preguntar lo mismo reiteradas veces o mover objetos y ponerlos en lugares extraños (como poner las llaves en la heladera). Cuanto más temprano es el diagnostico, mayores serán las posibilidades de tratar la enfermedad con éxito.

14- Dieta mediterránea

Una dieta mediterránea, sin importar donde vivas, puede ser beneficiosa en casos de deterioro de la memoria o demencia. Diversos estudios han demostrado que la alimentación de los griegos y de los italianos es grandiosa para el cerebro. Seguir una dieta rica en vegetales de hoja, pescado, frutas, nueces, legumbres, aceite de oliva y un poco de vino, te aportará una gran cantidad de antioxidantes que retrasarán el deterioro cerebral.

15- Obesidad en personas de mediana edad

La obesidad repercute en tu cerebro. Una investigación sobre este tema demostró que las personas con obesidad tienen un 8% menos de tejido y aquellas con sobrepeso tienen un 4% menos, lo cual, de acuerdo con estudios científicos, aumenta considerablemente el riesgo de padecer Alzheimer. Es curioso que pasados los 70 años, el sobrepeso o la obesidad no aumentan el riesgo de padecer Alzheimer. Sin embargo esto no significa que podrás descuidar tu dieta o dejar de hacer actividad física ya que el sobrepeso puedo afectar otros aspectos de la salud.

16-  Duerme bien

La falta de sueño es tóxica para las células del cerebro. Dormir bien es extremadamente importante para prevenir el Alzheimer y otras enfermedades neurológicas. Es maravilloso a la hora de controlar los niveles de beta-amiloide, uno de los principales instigadores del Alzheimer. 

17- Rodéate de mucha gente y amigos

Una investigación realizada en una mujer sumamente sociable de 90 años que falleció de Alzheimer demostró que el hecho de tener una vida social activa le brindó una sólida “reserva cognitiva” que permitió que su cerebro no se dé cuenta de que padecía esta enfermedad. El porqué de esta situación es un misterio, pero evidentemente ser sociable y rodearse de mucha gente es beneficioso para el cerebro. 

18- Controla el estrés

Cuando estas ante una situación de estrés, el cerebro libera hormonas llamadas corticosteroides que pueden llegar a salvarte en un momento de crisis. Pero el estrés constante a causa de situaciones cotidianas como frustraciones laborales, el tráfico o problemas económicos puede llegar a  ser peligroso y, a largo plazo, destruir las células cerebrales. El estrés psicológico a causa de eventos repentinos y traumáticos como la muerte de un ser querido o un cambio radical  deja secuelas que, en un futuro, pueden ser la causa de demencia.

19- Cuida tus dientes

Por lo general, las personas con mala dentadura tienden a obtener resultados más bajos en pruebas cognitivas o de memoria. En varias investigaciones se ha comprobado que las infecciones en encías liberan residuos antiinflamatorios que llegan a ciertas áreas del cerebro asociadas con la pérdida de memoria. En otros estudios se observó que los pacientes con gingivitis  aguda son de 2 a 3 veces más propensos a padecer problemas cognitivos y de memoria. Por eso, mantener una buena higiene dental no solo mejorará tus dientes sino que también mantendrá el buen funcionamiento del cerebro.

20- Consume suficiente Vitamina B12

A medida que pasa el tiempo, los niveles de vitamina B12 y la capacidad de absorberla disminuyen, aumentando las posibilidades de desarrollar Alzheimer. Un grupo de investigadores de la universidad de Oxford comprobó que un cerebro con niveles bajos de esta vitamina pueden llevar a la ruptura de la mielina, una capa de grasa que cubre y protege las neuronas. Además puede estimular la inflamación, que es otro factor destructivo del cerebro. A partir de los 40 años, se recomienda tomar de 500 a 1000 mcg de vitamina B12. Si algún adulto mayor en tu familia tiene problemas de memoria, fatiga, o algún signo de demencia no dudes en solicitar a tu medico un análisis de deficiencia de vitamina B12.  

21- Todo con vinagre

Existe muchísima evidencia que comprueba que el vinagre bloquea el accionar de varios factores que pueden ser la causa del deterioro de la memoria, como niveles altos de azúcar en sangre, resistencia a la insulina, diabetes y sobrepeso. Investigadores en Phenix,  Arizona han comprobado que la acidez del vinagre aporta importantes beneficios a la hora de reducir los niveles de glucosa en sangre. Además, se ha demostrado que ayuda a controlar el apetito, previniendo así el sobrepeso o la obesidad que, a largo plazo, pueden terminar causando diabetes, demencia, y pérdida de la memoria. Empieza a incorporar este producto en tus comidas, como en ensaladas o aderezos, y prepárate para disfrutar de sus beneficios. 

22- Visita al oculista

Si conservas una buena vista, a futuro, tu cerebro te lo agradecerá, ya que esto disminuye en un 63% el riesgo de desarrollar demencia. Si tu vista no es la mejor, no te preocupes, consultando con un oculista y obteniendo el tratamiento que corresponde a tiempo, también reduce el riego de padecer demencia.  Si bien todavía no conocemos la relación exacta entre los problemas oculares y la demencia, está claro que una vista deteriorada dificulta la participación mental y física en ciertas actividades, como el ejercicio, la lectura o incluso en actividades sociales, que son consideradas beneficiosas para retrasar el deterioro cognitivo. Ante cualquier problema no dudes en consultar con un especialista, acostumbrarte a una mala visión puede traer graves consecuencias…

23- Descubre el poder del curry

El curry en polvo contiene una especia llamada cúrcuma, que a su vez tiene grandes cantidades de curcumina, un componente que ayuda a detener el deterioro de la memoria. Una investigación ha puesto en evidencia que, en India, los adultos mayores que consumían curry, incluso en cantidades pequeñas, obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas. La curcumina ayuda a bloquear el avance de uno de los agentes causales de Alzheimer, las placas amiloideas, que provocan la degeneración de las células nerviosas implicadas en la memoria y las funciones cognitivas. Se recomienda consumir curry de dos a tres veces por semana, puedes preparar el típico plato de la cocina india conocido como “curry” o directamente espolvorearlo en carnes, verduras o incorporarlo en salsas y caldos. 


24- Estate atento con la diabetes

Diversas investigaciones han comprobado que padecer diabetes tipo 2, dobla o triplica las chances de desarrollar demencia. Algunos expertos se refieren al Alzheimer como la “diabetes del cerebro”. Las causas de estas dos afecciones son similares: obesidad, presión arterial alta, niveles altos de colesterol, grasas y azúcar, falta de actividad física, etc. En pocas palabras, la diabetes puede causar un doble golpe en el cerebro, por un lado destruyendo las neuronas y, por otro, aumentando la inflamación. Haz lo posible para mantener una dieta saludable, baja en azúcares y grasas saturadas, y tu cuerpo activo.

25- Bebe más té 

Existe evidencia que comprueba que beber té previene la pérdida cognitiva que precede al Alzheimer y ayuda a llegar a una edad avanzada con buena memoria. El secreto de esta infusión no es ningún misterio…sus hojas están llenas de compuestos que penetran el cerebro y bloquean la degeneración neuronal. Un antioxidante del té verde, específicamente, puede bloquear el accionar de la beta amiloide, que es la causa principal de la muerte de células cerebrales. Alterna el consumo de negro y verde, sin agregar leche, ya que puede reducir sus propiedades antioxidantes en un 25%


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COMO BAILAR AL COMPÁS    O AL RITMO DE LA MÚSICA DE SALSA - 3.03 MINUTOS
DE LOS BAILES DE SALON.COM

El bailar al compás de la música, al ritmo, o en tiempo, es algo intuitivo, es decir que lo hacemos inconscientemente. El que no lleve el tiempo tiene un problema importante, pero no imposible de solucionar. Requerirá un poco de esfuerzo, paciencia y perseverancia. Aquí voy dar una explicación de cómo bailar al compás o al ritmo de la música.
Todos sabemos ya que la salsa se baila en cuatro tiempos musicales, en los tres primeros damos tres pasos y en el cuarto hacemos una pausa. Si manejamos un compás de 8 tiempos, está claro que el tiempo 4 y el 8 son donde hacemos pausas. Vamos a identificar en la música esos tiempos de pausa.
De todos los instrumentos que se usan para interpretar una salsa, hay dos que marcan el ritmo o compás, que son la clave, y el tambor (conga, tumbadora,..) La clave suele estar muy escondida entre los demás sonidos, por lo que el bailarín se guía por el tambor. De los sonidos que se oyen del tambor hay uno muy característico que es el que nuestro subconsciente escucha: es un doble golpe, un tun-tun que se llama golpe abierto y que es el cuarto tiempo, y es justo en el tiempo de pausa que hacemos en el baile. Esto es así porque al escuchar el tun-tun, es como si la música le dijera a nuestro cerebro: muévete. Al haber un tiempo de reacción desde que escuchamos el tun-tun hasta que nos movemos, el primer paso lo damos justo después del tun-tun, en el tiempo uno.
Por lo tanto para llevar el ritmo tenemos que ver que hacemos la pausa en el tun-tun, si no es así es que vamos fuera de tiempo. Ahora os ofrezco un video para que identifiquéis el tun-tun mediante dos gráficos, y después para que lo identifiquéis en cuatro canciones distintas. Recordar que el 4 y el 8(cuando suena el Tun-Tun) es la pausa del paso base




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